martes, 15 de junio de 2010

A Melenas le jubilan (sobre el abandono del trabajo por la jubilación) -por Patricia Pozo Gaona-

Aunque el león Melenas, el Gran Cazador de la manada, estaba algo cansado de las obligaciones que requerían su trabajo, se sintió triste cuando llegó el día de su jubilación. Debía marcharse lejos de la manada, dejar a su familia, e ir junto a otros leones que, como él, ya eran viejos.
Al principio le costó adaptarse a los cambios que suponía su nueva vida pero no tardó en estar totalmente a gusto, disfrutando de la tranquilidad y la paz, a pesar de que echaba de menos a su compañera y sus cachorros.
Su labor en su nueva manada era vigilar el horizonte por si se acercaba algún enemigo y, un día, observó como un grupo de leones se dirigían hacia ellos. El grupo estaba formado sus antiguos cachorros que los buscaban para que les dieran consejos sobre caza y los viejos leones se alegraron de compartir su sabiduría. A los jóvenes leones pensaron que los sabios leones no deberían vivir tan lejos y así podrían compartir su experiencia con la manada, ya que aprendieron muchísimo. Y así fue, al poco tiempo recibieron una carta de la Asamblea de Mandas ofreciéndoles volver, y el Gran Melenas volvió a vivir con sus seres queridos.


No hay comentarios: